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Ropa Interior ¿Cuándo debo cambiarla?

por Redacción
09-03-2022

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La ropa interior está en estrecho contacto con la piel y, más concretamente, con las zonas íntimas durante largos periodos de tiempo. Como resultado, absorbe una gran cantidad de piel muerta de esas zonas, así como bacterias (tanto las bacterias saludables y naturales que todos tenemos, como otras más dañinas que pueden ser resultado de infecciones como la candidiasis). 

Aunque laves regularmente tus calzoncillos rotos y salgan con un aspecto y un olor frescos, es posible que no estén tan limpios como crees.

Las investigaciones sugieren que incluso el lavado de la ropa interior en la lavadora no siempre elimina por completo las bacterias, como la E. coli.

Aunque la mayoría de las bacterias no te harán daño, hay algunas que, con el tiempo, pueden traer problemas como infecciones del tracto urinario, irritaciones y secreciones.

Por esta razón, deberías reemplazar los calzoncillos al menos una vez al año, pero hay algunas excepciones, por ejemplo, la ropa interior que usas constantemente para actividades como el gimnasio, deberían desecharse más a menudo, cada seis meses por ejemplo.

La regla de los 50 lavados

Si te resulta confuso pensar en cambiar la ropa interior en función de un tiempo determinado, puedes seguir la regla de los 50 lavados.

Tirar la ropa interior depende de cuántos pares tengas en realidad. Mientras que una persona puede usar y lavar los mismos tres pares de bragas de forma rotativa, otras pueden tener docenas en sus cajones, lo que significa que se usan con menos regularidad.

Esto significa que algunos pares se desgastan más rápido que otros. Un máximo de 50 lavados para un par de calzoncillos de algodón estaría bien.

Pero, obviamente, si tu ropa interior está causando rozaduras, irritación de la piel o está rota, puede que necesites hacerlo antes.

Cómo deshacerse de la ropa interior de forma ética

Es tentador tirar la ropa interior vieja a la basura, pero si está a punto de desaparecer, evita enviarla directamente al vertedero, donde podría tardar años en descomponerse.

En su lugar, busca un contenedor de reciclaje de ropa local, donde las fibras pueden utilizarse para crear aislantes, colchones, asientos de coche e incluso hilo.

Una rápida búsqueda en Google puede ayudarte a localizar el centro de reciclaje de ropa de tu localidad y darte las indicaciones para llegar a él. Sólo tienes que asegurarte de lavar bien tus calzoncillos en la lavadora antes de donarlos.