logo
header-add

¿Sheinbaum, la heredera?

por Redacción
24-01-2022

Comparte en

Por tercera ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha visto su vida al borde del abismo debido a las enfermedades crónico degenerativas que padece desde hace muchos años y de las que por cierto, nunca ha querido llevar un control médico adecuado. Y como consecuencia de esas necedades, este viernes, cuando se encontraba en su oficina, el mandatario sufrió un preinfarto que lo desestabilizó físicamente, por lo que fue necesario que integrantes de su equipo de trabajo, lo trasladaran rápidamente hacia el Hospital Central Militar.

De acuerdo con versiones proporcionadas por médicos de dicho nosocomio, el hecho ocurrió alrededor de las 13:00 horas de este viernes, cuando López Obrador se encontraba realizando trabajos de oficina en su despacho de Palacio Nacional y de pronto comenzó a sentirse mareado, pues se le subió la presión, le siguió una opresión, dolor, o sensación de compresión o dolor en el pecho o en los brazos, que se le propagó hacia el cuello, la mandíbula y la espalda. Después comenzó a sentir náuseas, indigestión, dolor abdominal. y falta de aire.

Los galenos consultados explican que el preinfarto es un desajuste en el correcto funcionamiento del músculo cardíaco, llamado miocardio. Una falla en este músculo provoca un fuerte dolor en el pecho; este se produce porque el corazón no está recibiendo el flujo normal de sangre y, por ende, el oxígeno que la misma transporta.

Una vez que el también conocido como «Mesías Tropical», quedó en manos de especialistas, de inmediato lo estabilizaron para evitar que el problema avanzara y hasta la 19:00 horas de este día, permanecía internado y bajo estricta supervisión médica.

«Es posible que se sienta triste. Puede sentirse ansioso y como si tuviera que tener mucho cuidado acerca de lo que hace. Todos estos sentimientos son normales. En la mayoría de las personas, desaparecen después de 2 o 3 semanas. También puede sentirse cansado cuando salga del hospital para irse a casa», comentan los expertos.

Los especialistas médicos consideran que AMLO debe descansar durante las primeras 4 a 6 semanas, no debe cargar objetos pesados. debe tomar de 30 a 60 minutos para descansar en la tarde durante las primeras 4 a 6 semanas. debe tratar de acostarse temprano y dormir mucho, para que el corazón normalice su ritmo.

Los medicamentos que le recetaron al presidente son fármacos antiplaquetarios (anticoagulantes), tales como ácido acetilsalicílico (aspirina), clopidogrel (Plavix), warfarina (Coumadin), prasugrel (Efient) o ticagrelor (Brilinta), para ayudar a evitar que la sangre
se coagule. Betabloqueadores e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina para ayudar a proteger el corazón. Estatinas u otros fármacos para bajar el colesterol. Todas estas medicinas las deberá tomar de por vida y no suspenderlas repentinamente.

Ante todo este embrollo que –aunque a muchos no les guste pero es una realidad- representa una emergencia nacional, de inmediato, el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, publicó en su cuenta de Twitter un escueto mensaje; «Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador ingresó al Hospital Central Militar de la @SEDENAmx para llevar a cabo una revisión médica de rutina programada»