Vamos a detallar varios de los síntomas que nos pueden indicar y dar una pista si tú o alguien de tu entorno cercano puede ser ninfómana. Presta mucha atención.
- Sentir un deseo sexual demasiado intenso, incansable e insaciable. Deseo que se tiene que satisfacer a través de la búsqueda continua de relaciones sexuales, a través del acto sexual, la masturbación o incluso la pornografía.
- Pensamientos recurrentes y obsesivos relacionados con el sexo. Estos pensamientos o fantasías sexuales son no deseados, involuntarios y provocan malestar e incapacidad para poder prestar atención y mantener la concentración en otras cosas.
- Vida sexual aparentemente plena, pero con una sensación de insatisfacción sexual constante por parte de la mujer.
- Dedicar más tiempo de lo habitual en experiencias sexuales, lo que conlleva a relegar a un segundo plano el tiempo dedicado a la vida laboral, familiar, amistades y otros hobbies y/o aficiones. De esta manera el sexo pasa a ser lo más importante de todo.
- Sentimiento de vergüenza y arrepentimiento al finalizar las conductas sexuales, pero incapacidad para poder frenarlas y decir “NO” en las siguientes ocasiones y oportunidades.