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Suecia se convirtió en el epicentro de las muertes por armas de fuego

por Redacción
07-09-2021

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A principios de agosto tres personas fueron gravemente heridas en un tiroteo a plena luz del día cerca de un centro comercial en Kristianstad, en el sur de Suecia.

El mes anterior, un policía era acribillado mientras patrullaba en un suburbio de Gotemburgo, la segunda ciudad más importante del país.

Pocos días después de aquel evento, que ya había consternado a la sociedad sueca, dos hombres encapuchados irrumpieron en una barbería de la misma ciudad para dispararle diez veces a un joven cliente, antes de huir.

Estos son sólo tres de los más de 180 incidentes con disparos que ha registrado la policía en lo que va de año.

En la década de los 90, Suecia era una de las naciones más seguras de Europa, con una envidiable calidad de vida y bajísimos índices delictivos; hoy se ha convertido en la capital continental de los tiroteos.

Según cifras oficiales, el país escandinavo registró 366 incidentes con armas de fuego en 2020, que resultaron en 47 muertes.

Lo más alarmante del asunto es que el número de tiroteos no para de aumentar desde la década de 2000, de acuerdo a un informe del Consejo Nacional para la Prevención del Delito de Suecia (BRA).

En 2000, Suecia ocupaba el puesto 18 de 22 países de Europa por número de muertes per cápita en tiroteos. Quince años después, en 2015, se convirtió en el segundo país europeo donde morir a balazos es más común; en ese entonces era solamente superado por Croacia.

Pero en 2018, el último año del que se han publicado datos, subió al poco deseado primer lugar en muertes por bala en Europa, según el informe del BRA, que fue realizado con datos de la Oficina Europea de Estadística, Eurostat.