logo
header-add

Tercer informe y el mundo de las percepciones

por Francisco Abundis
31-08-2021

Comparte en

A casi tres años del inicio de esta administración es inevitable hacer una reflexión sobre logros, fracasos o temas pendientes por resolver. El informe del Presidente generalmente da cuenta de manera detallada y exhaustiva de sus logros. En pocas ocasiones o en pocos informes hemos escuchado una visión autocrítica. Este es un hábito que trasciende esta administración.

Contar con datos de percepción ciudadana y con indicadores facticos de gestión nos permite hacer un ejercicio comparativo. Por un lado tenemos un registro de que es lo que la población valora más de su gobierno, y por otro que dicen los números duros en diversos temas de preocupación ciudadana como: inseguridad, empleo, pobreza, etc.

Es pertinente recordar que el ciudadano no cuenta necesariamente con toda la información para hacer un balance objetivo. Sus juicios están basados generalmente en información limitada o fragmentada. Sus fuentes son diversas y no necesariamente coherentes. De hecho frecuentemente es información contradictoria. Por razones prácticas los ciudadanos determinan un solo emisor que les parece confiable y a partir de allí elaboran sus juicios. Una de las particularidades de esta administración es que además de noticieros y prensa en general, el propio Presidente se ha convertido en un referente de información cotidiana por sus conferencias diarias, su credibilidad y su evaluación personal.

El nivel de aprobación del Presidente sigue siendo alto a casi tres años de gobierno. Hay que recordar que esta evaluación difiere de otras publicadas porque es una encuesta realizada cara a cara en vivienda, a diferencia de otras mediciones hechas por internet o telefónicas, en las que se subestima su aprobación. Entre las diferentes instituciones evaluadas el liderazgo presidencial sigue por arriba.

Por debajo del Presidente está el propio gobierno federal y luego el arbitro electoral (INE). También por debajo se encuentra el Tribunal Electoral y la Suprema Corte de Justicia. La diferencia entre el Presidente y el promedio de aprobación de los gobernadores es de casi 30 puntos, y respecto a los senadores y diputados la diferencia es aún más amplia. Estos números explican porque ante cualquier enfrentamiento o polémica entre el Presidente y una de estas instituciones, el Primer Mandatario tiene una victoria casi asegurada.

En lo que se refiere a la percepción de distintas áreas de gobierno la distancia entre los temas mejor evaluados y los peor evaluados es de más de 25 puntos porcentuales. Ello significa que la ciudadanía distingue de manera clara entre lo que considera logros y fracasos, independientemente de si estas opiniones se validan con indicadores fácticos.

El combate a la corrupción es el renglón mejor evaluado. Esta opinión implica que los escándalos de familiares cercanos o colaboradores de la figura presidencial no han dañado la percepción pública. Es probable que las investigaciones, aprensiones y procesos iniciados en contra de funcionarios de las administraciones anteriores o exgobernadores expliquen esto. Se podría argumentar que la pasada consulta para juzgar a expresidentes también podría estar influyendo en esta percepción. Sin embargo si revisamos la tendencia histórica se observa que es un tema que consistentemente ha sido bien evaluado en este gobierno.

Para sorpresa de muchos en segundo lugar está el combate a la pobreza. Las recientes evaluaciones del Coneval no han afectado la opinión ciudadana. Es probable que parte de esta opinión se explique por los programas sociales y la comunicación intensiva alrededor de ellos.

El combate a la delincuencia es el segundo tema peor evaluado. En este caso hay más coincidencia entre percepción y realidad. Aquí más allá de los diversos indicadores con los que contamos (los de INEGI por ejemplo), nuestros medios de comunicación y experiencia propia se encargan de validar la crisis de seguridad que tenemos. La percepción de inseguridad sigue siendo la misma desde hace años y cada vez más se acerca a nuestra experiencia cotidiana.

Lo mismo sucede con el combate al narcotráfico. Este es el tema de gestión de gobierno peor evaluado. La realidad corresponde al nivel de crítica. Al revisar los datos históricos este registro es similar a los números que tenía el ex Presidente Calderón. Es prácticamente el único tema en el que la evaluación se empatan con una administración anterior, sobre los cuales hay una opinión muy negativa. 

En el resto de las áreas está administración está muy por arriba, sobre todo en los temas mejor evaluados, como combate a la corrupción o combate a la pobreza.

En el mundo de las percepciones es imposible pedir un juicio justo y objetivo. No es posible realizarlo con tanta información disponible. 

A juzgar por los números la narrativa presidencial tiene áreas en las que domina. Sin embargo, en aquellos temas donde las vivencias se imponen de manera cotidiana, las evaluaciones se parecen más a la realidad.