
José Luis Camacho Acevedo
Ayer la cabeza de mi columna fue: LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN MÉXICO: ¿UN MITO GENIAL?
Y hoy retomo parte de los recuerdos que hice de una conversación que tuve en el 2002 con Don Francisco Galindo Ochoa, todos en defensa de la Libertad de Expresión.
Yo le pregunté a Don Pancho en esa ocasión si existían periodistas incorruptibles. Después de pensarlo un momento me contestó: pues hay unos que son muy caros.
Ayer leí la columna de Carlos Loret de Mola que publica en El Universal gracias al carácter plural de mi amigo Don Francisco Ealy Ortiz.
En su escrito Loret de Mola presume que ha sido la propia presidenta Claudia Sheinbaum quien ha reconocido que la persecución sufrida por Loret en la última semana fue orquestada por la propia mandataria.
Dice Loret en un primer párrafo por demás confuso, el escrito al que me refiero línea arriba de las presentes notas:
“Ayer la presidenta de México puso su firma. Su rúbrica pública. Su sello de aprobación. Tras una semana de acoso incesante del régimen contra el equipo de Latinus y contra su servidor, la presidenta remata con un: sí, fui yo.”
Ah chingao, ¿dónde estampó tal firma Claudia Sheinbaum?
Loret ha sido todo un caso en el ejercicio reporteril desde que cobró inusitada relevancia en el montaje de la captura de la francesa Florence Cazzés y su “cómplice-pareja”, Israel Vallarta.
El ex presidente López Obrador reveló que “ya sabía que los familiares de Roberto Madrazo, el gobernador de Michoacán Silvano Aureoles y Patricia Olamendi, ex subsecretaria de relaciones exteriores con Vicente Fox, estaban financiando a Latinus”.
Y ha llegado a mi correo una nota en la que, por su contenido, parece que en Latinus critican con la izquierda al gobierno de la 4T, pero le cobran al mismo con la derecha.
“La Sra. Patricia Quintero Catalan, hoy empoderada como Subprocuradora General para Entidades de la Rep de la PROFEDET (Procuraduría de la Defensa del Trabajador ) y en el sexenio anterior de AMLO también fue Contralora del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
No le ha ido mal, ahora según ella por un lado defiende institucionalmente las causas de la 4T y al mismo tiempo en una época en que se critica el nepotismo de familias del Bienestar, la Sra Patricia superó esas redes familiares, pues en el caso de ella tiene a su hermana Arely Quintero, con el gran periodista Carlos Loret y desde que este estaba en Televisa ya la hermana se desempeñaba como coordinadora de Reportajes.
Reaparece ahora en los trabajos de investigación y crítica en la producción de Latinus.
¿Qué tal?
Para que no se diga que no hay redes familiares democráticas en la 4T.”
Transcribo la nota tal y como llegó a mi correo.
Lo cierto es que la nueva victimización de Loret de Mola aduciendo que la presidenta Sheinbaum ha “firmado” que es quien orquesta las persecuciones en su contra, vuelve a dejar tantas dudas como las que dejaron sus pasados reportajes.
Sin duda que la libertad de expresión no está siendo respetada por identificados funcionarios del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Porque igual son los casos que protagonizan el atorrante gobernador de Puebla, Alejandro Armenta y su censura cibernética, o de Layda Sansores en Campeche condenando a un periodista de la tercera edad.
¡Qué Dios nos coja confesados!