El peso mexicano registró una depreciación este jueves tras el anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos de mantener sin cambios las tasas de interés, tal como esperaba el mercado.
Sin embargo, el banco central estadounidense elevó sus previsiones de inflación y redujo sus expectativas de crecimiento económico, lo que impulsó el valor del dólar a nivel global.
La moneda mexicana se ubicó en 20.07 unidades por dólar, lo que representa una caída del 0.85% frente a los 19.9020 pesos de la sesión anterior.
Analistas señalan que la depreciación del peso no solo responde a la decisión de la Fed, sino también a la cautela de los inversionistas ante la incertidumbre en la política monetaria de Estados Unidos y los próximos datos económicos.
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más, comentó que el mensaje de la Fed fue percibido como moderadamente flexible, lo que generó movimientos en los mercados cambiarios.
Sin embargo, el banco central estadounidense elevó sus previsiones de inflación y redujo sus expectativas de crecimiento económico, lo que impulsó el valor del dólar a nivel global, destacó que los inversionistas estarán atentos a los próximos datos económicos en Estados Unidos, ya que estos podrían influir en el desempeño del tipo de cambio.
Mientras el peso mexicano sigue reaccionando a factores externos, en el ámbito local, la atención está puesta en la próxima decisión de Banco de México (Banxico).
El consenso del mercado anticipa que el banco central reducirá su tasa de referencia en 50 puntos básicos, tal como lo hizo en su reunión de febrero.
Si bien un recorte en la tasa clave podría generar presión sobre la moneda mexicana, los analistas no prevén una depreciación abrupta. Según Saldaña, la expectativa es que el mercado ya haya descontado en gran medida una posible reducción en el costo del crédito.
Sin embargo, cualquier cambio en la postura de Banxico podría tener un impacto significativo en el desempeño del tipo de cambio en las próximas semanas.
Además, otro factor a vigilar será la reacción del mercado financiero ante las decisiones de política monetaria en Estados Unidos.
Si bien la Fed mantiene su postura de recortar las tasas antes de fin de año, la magnitud y el ritmo de estos ajustes podrían modificar la dinámica del peso mexicano frente al dólar.
Más allá de la política monetaria, la volatilidad del peso mexicano también podría verse afectada por factores externos, como las políticas comerciales de Estados Unidos.
En este sentido, el presidente Donald Trump ha amenazado con imponer nuevos aranceles a los socios comerciales de su país, lo que podría generar presiones adicionales en el mercado cambiario.
Las posibles medidas proteccionistas de Trump han generado incertidumbre en los mercados, aunque hasta ahora el impacto en el peso mexicano ha sido moderado.
Saldaña señala que los inversionistas estarán atentos a cualquier noticia sobre la implementación de aranceles, pero no espera una depreciación extrema de la moneda, a menos que se materialicen tarifas generalizadas y elevadas.
msn
