El periodismo según el gobernador
El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, entregó ayer los premios estatales de periodismo 2022.
Dos datos que no se pueden dejar pasar.
En su cuenta de Facebook, el mandatario publicó dos mensajes que revelan su notable desconocimiento del oficio del periodismo.
“¡Hoy hacemos entrega del Premio Estatal de Periodismo a las y los potosinos que entretienen, comunican y comparten con el estado!”.
A saber, las y los periodistas no entretienen; informan. Lo suyo, es dar cuenta de los acontecimientos ocurridos y que, por su relevancia, deben ser conocidos por la sociedad. Las y los periodistas no entretienen puesto que no son actores de carpa.
Los medios son los que comunican y las y los reporteros, los que informan. Para ello, utilizan un discurso periodístico aplicado al género que deciden tomar para reportar los sucesos, en lo ideal, de aquellos relacionados a lo que le pasa a la gente.
Otro.
“En el Día Mundial de la Libertad de Expresión, felicitamos a las y los galardonados con el Premio Estatal de Periodismo 2022”.
No existe eso.
El 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Data de 1993 cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas hizo la proclama.
En México, se celebra el Día de la Libertad de Prensa, desde el 7 de junio de 1952, cuando los propietarios de un centenar de periódicos de todo el país, agradecieron al presidente Miguel Alemán Valdez por haber puesto fin a la crisis del papel que tenía en riesgo a la prensa.
Lo elevaron al nivel del principal defensor de la libertad de prensa. Los dueños de los medios se postraron y, sumisos, se pusieron a las órdenes del presidente.
En San Luis Potosí se mantiene esa práctica.
¿Hasta cuándo las y los periodistas seguiremos siendo premiados de manos del gobernador en turno y, lo peor, con recursos públicos?
Un dato más.
El gobernador propuso que el premio económico para las y los premiados se incremente. El primer lugar por categoría es de 25 mil pesos.
Así como es de dadivoso, para el 2023, no sería extraño que se duplique.
Y por no dejar, el último dato.
Sugirió crear una nueva categoría. Una dedicada para las y los periodistas que trabajen todos los días del año y que, sin importar las inclemencias climáticas, día con día salen a la calle a reportear.
Es decir, puede ser para el más esforzado y perseverante. Para acreditarlo, deberá mostrar una bitácora de lo reportado durante los 365 días del año.
El buen periodismo, el de calidad, no es ese, por cierto. Y en todo caso, vale recordar que en este oficio se trabaja todos los días; los salarios son tan míseros que hay que trabajar en varios medios para sobrevivir. Luego entonces, todas y todos ganarían.
Para cerrar.
Olga Lavanderos es reportera de un periódico en la Ciudad de México por allá de finales de los ochenta e inicios de los noventa. Es personaje de la novela Sintiendo que el campo de batalla, de Paco Ignacio Taibo II.
Le pregunta a un viejo periodista a quien le dicen “El profe”: A ver, vuélvame a decir para qué sirve el periodismo.
“Es la última pinche barrera que nos impide caer en la barbarie. Sin periodismo, sin circulación de, información, todos levantaríamos la mano cuando el Big Brother lo dijera. Es la voz de los mudos y el oído extra que Dios le dio a los sordos.
Es la mejor literatura, porque es la más inmediata. Es la clave de la democracia real, porque la gente tiene que saber qué está pasando para decidir cómo se va a jugar la vida. Es el alma de un país. Sin periodistas todos seríamos muertos y la mayoría ciegos.
Sin circulación de información verídica todos seríamos bobos”.
Es también el refugio de las ratas, la zona más contaminada, junto con las fuerzas policíacas, de toda nuestra sociedad. Un espacio que se dignifica porque lo compartes con los tipos más abyectos, más serviles, más mandilones, más corruptos. Y por comparación te ofrece las posibilidades de la heroicidad”.
Son sólo fragmentos algo irreverentes. Aunque a decir verdad eso es el periodismo.
