Mijaíl Gorbachov ha visto la salida de las tropas de EE.UU. de Afganistán como un recuerdo de su propio pasado.
El 15 de febrero de 1989, el general soviético Gromov, al frente del 40º Ejército, cruzó por última vez el llamado "Puente de la Amistad" como símbolo definitivo de la derrota tras la invasión soviética a suelo afgano.
Las implicaciones de la retirada, tomada por decisión de Gorbachov como líder de la antigua URSS, todavía se sienten en la sociedad rusa años después del colapso del socialismo.
Ahora, el también premio Nobel de la Paz, de 90 años, ve paralelos entre la invasión soviética y su final con lo que ha sucedido con Estados Unidos y la OTAN en Afganistán.
En su criterio, "fue una una mala idea desde el principio" y un "error" y consideró que EE.UU. tardó en reconocer su derrota.
"Deberían haber admitido el fracaso antes", le dijo sobre la retirada estadounidense a la agencia RIA.
"Lo importante ahora es sacar lecciones de lo sucedido y asegurarse de que no se repitan errores similares", agregó.
Gorbachov había criticado con anterioridad la presencia estadounidense y de la OTAN en Afganistán.
En una entrevista con la BBC en 2010, el exlíder soviético alertó que "la victoria era imposible en Afganistán" y que la guerra "no iba a funcionar".
En la conversación, Gorbachov vaticinó que sería "más difícil para EE.UU. salir de esta situación" de lo que fue para la URSS y se preguntó si la alternativa para Washington era vivir otro Vietnam.
Tras la evacuación de la embajada estadounidense el fin de semana y el caos en el aeropuerto de Kabul muchos han comparado la situación en Afganistán con lo que le pasó a Estados Unidos en Saigón.
Los soviéticos combatieron en Afganistán durante 10 años y no lograron la victoria militar.
Invadieron el país en 1979 para apoyar a un gobierno comunista afgano que entró en combate con guerrilleros musulmanes.
Pero bajo el mandato de Gorbachov, la URSS completó el retiro de sus tropas en lo que fue visto como la mayor derrota jamás sufrida por el Ejército Soviético.
Gorbachov consideró la presencia de su país en Afganistán como un error político que estaba minando valiosos recursos en un momento en que la Unión Soviética atravesaba una crisis que resultó ser el ocaso de su propia existencia como potencia mundial.
En criterio del exlíder soviético, la invasión estadounidense estuvo basada en exageraciones y estrategias militares y políticas erróneas.
"Como muchos otros proyectos similares, en su corazón radica la exageración de una amenaza y las ideas geopolíticas mal definidas", dijo.
También consideró que Washington se equivocó al tratar de formar una sociedad democrática en un país con una variedad étnica muy compleja.
En su opinión, se trató de "intentos poco realistas de democratizar una sociedad compuesta por muchas tribus".