El Gobierno de Japón declaró la emergencia sanitaria en Tokio y tres prefecturas adyacentes, lo que permitirá a las autoridades tomar nuevas medidas restrictivas para frenar el aumento récord de contagios de COVID-19.
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, anunció este jueves la activación de esta disposición legislativa “debido a la grave sensación de peligro ante la rápida expansión nacional (del virus)”, durante una reunión con el equipo gubernamental de respuesta a la pandemia.
La declaración de emergencia conllevará nuevas restricciones en los horarios de apertura de establecimientos comerciales considerados no esenciales, así como la petición a los ciudadanos de permanecer en casa, aunque sin incluir el confinamiento obligatorio, entre otras medidas.
La iniciativa afecta a las prefecturas de Tokio, Kanagawa, Saitama y Chiba, y estará en vigor desde este viernes hasta el 7 de febrero, según anunció Suga tras someter la medida a consulta en la Dieta (Parlamento) de Japón y reunirse con el panel de expertos sanitarios del Gobierno.
“Nuestra prioridad es la protección de la vida de los ciudadanos”, dijo Suga, quien había detallado antes que el nuevo estado de emergencia se concentrará en una serie de acciones clave y será “más limitado” que el que estuvo en vigor la pasada primavera, durante la primera ola de contagios.
Las principales medidas serán promover el teletrabajo con la meta de extenderlo al 70 por ciento de los empleados, reducir la escala de eventos multitudinarios, acortar los horarios de apertura de bares y restaurantes, y recomendar a los ciudadanos no salir de casa después de las 20:00 h, explicó Suga.
El Gobierno no dispone de herramientas legislativas para imponer el confinamiento ni para obligar a establecimientos comerciales a cumplir sus recomendaciones, por lo que empleará un sistema de incentivos económicos para que los negocios dejen de servir alcohol a las 19:00 h y cierren a las 20:00 h.
En torno al 60 por ciento de los nuevos contagios en Tokio se dan en bares y restaurantes, según los datos que maneja el Gobierno citados por Suga en rueda de prensa.
El primer ministro nipón también apuntó a la posibilidad de que el estado de emergencia se prolongue más de un mes “si no se consiguen controlar las infecciones”.