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El Indicador IMEF Manufacturero de marzo registró un repunte de 1.2 puntos con respecto a febrero de 2022

por Redacción
03-04-2022

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La economía mexicana muestra “señales alentadoras”, indicó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) al interpretar sus mediciones anticipadas de indicadores clave de la producción de manufacturas, consumo y los servicios.

El Indicador IMEF Manufacturero de marzo registró un repunte de 1.2 puntos con respecto a febrero de 2022, situándose en 52.3 unidades, acumulando ya dos meses en zona de expansión, después de haber caído por debajo de este umbral en enero.

El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica.

Durante marzo, el indicador IMEF No Manufacturero aumentó 1.7 puntos, para ubicarse en 52.8 unidades, nuevamente por arriba del umbral de 50 unidades.

El IMEF destacó que las cifras del Indicador IMEF Manufacturero y No Manufacturero registraron un repunte generalizado durante el mes de marzo.

“Este resultado, junto con el de febrero, adelantan un cierre dinámico en la actividad económica del primer trimestre de 2022. Si bien, la coyuntura económica continúa siendo compleja, la mayor movilidad y apertura de negocios ante la caída de contagios por Covid-19 sugieren un buen comienzo de año de la economía”, dijo en su reporte mensual.

A dos años del inicio de la pandemia más letal de los últimos cien años, el mundo se disponía a regresar a la normalidad. No obstante, ahora se encuentra en el día número 37 desde que Rusia inició la invasión a Ucrania.

“La guerra está teniendo consecuencias muy desafortunadas con la pérdida de un sinnúmero de vidas, gran sufrimiento y destrucción física. El mundo democrático ha condenado las acciones del presidente Vladimir Putin y ante la amenaza nuclear, la respuesta inicial ha estado limitada a una serie inédita de sanciones económicas tanto de gobiernos como de la iniciativa privada”, contextualizó el IMEF.

Estas sanciones han desconectado económica y financieramente a Rusia, así como a algunos otros países afines.

En este sentido, predomina una gran incertidumbre sobre muchos aspectos. Uno de ellos es cuál será el impacto económico de corto, mediano y largo plazo de este cisma en el orden mundial.

Hasta el momento los canales de transmisión del conflicto hacia la economía global han sido el rebalanceo de portafolios de inversión hacia activos más seguros y el incremento de los precios de varias materias primas, principalmente petróleo y granos, que cotizan en los mercados de futuros, que son los principales productos de exportación de Rusia y Ucrania.

Sin embargo, añadió el IMEF, la guerra también está generando que se exacerbe el incremento en los precios de otras materias primas y otros productos y servicios.

Esto se debe a la expectativa de que las disrupciones a las cadenas de suministro que venimos acarreando desde la pandemia tengan una mayor duración o que inclusive observen un mayor deterioro.

Asimismo, esto podría provocar tasas de inflación más altas y persistentes, así como eventualmente propiciar una desaceleración significativa en el crecimiento económico.