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¿Es verdad que la luna influye en nuestra vida sexual?

por Redacción DC
04-02-2021

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La luna está íntimamente relacionada al erotismo. La noche es, por antonomasia, el momento místico para celebrar el sexo. Y si la madrugada es arropada por este satélite natural, es más entrañable y hasta poética.

Desde tiempos remotos, se le ha dado a la energía astral un valor especial para influir en la vida cotidiana. Tribus alrededor del mundo han confiado en su poder y realizado rituales para evocar la fertilidad, donde la luna llena es la intermediaria.

En el presente, hay quienes llevan a cabo procesos parecidos, creyendo fielmente en lo que la luna les puede otorgar. Y esta vez, hemos hecho la pregunta: la energía lunar, ¿es influyente en nuestra vida sexual?


La ciencia y la creencia

Mucho se ha mencionado que, sin embargo, la desconexión que hemos tenido con la naturaleza ha hecho que quienes somos parte de la ‘civilización’ no percibamos este poder en su totalidad.

Mientras tanto, especialistas científicos se han volcado a comprobar versiones en las que la luna es responsable, en gran medida, de algunos comportamientos humanos, tomando en cuenta la influencia en nuestro planeta.

Un ejemplo de su fuerza es la atracción que ejerce en los océanos, creado las mareas. Pero ¿qué hay del sexo y su poder según la ciencia?

Existen estudios que afirman que su impacto es mayormente en la mujer, y la investigación publicada en el diario Hormones and Behavior lo asevera: cuando hay luna llena, nosotras producimos más testosterona, ni más ni menos que la hormona responsable del apetito sexual. De esta manera, el deseo sexual se incrementa 30% del que regularmente sentimos el resto del tiempo.

Pero no solo el sexo femenino es influenciado por los ciclos lunares. “Se asume que las mujeres son hormonales y los hombres se mueven más por la lógica; sin embargo, nosotros tenemos una serie de ciclos hormonales que afectan el nivel de energía, ira, deseo sexual e irritabilidad”, afirma Jed Diamond, psicoterapeuta y autor del libro The Irritable Male Syndrome.

Aunque en menor grado, en ellos también se incrementa el nivel de testosterona en la luna llena y, además, el experto comenta que la más intensa energía corporal en un hombre se hace presente en esta estado lunar. ¿Por qué no encausarla para un poderoso e intenso encuentro sexual? De esos en los que el frenesí es el protagonista.

En cambio, la luna nueva es la fase ideal para los que buscan concebir un nuevo miembro de la familia; esto por la similitud que hay entre el ciclo menstrual —y, por tanto, la ovulación— y los ciclos lunares, que son igualmente de 28 días. En este caso, la mujer esperará a que su día 14 (cuando ovula) coincida con la luna nueva. Pero si no hay tal objetivo, obvio, no olviden nunca usar condón.

Por otro lado, se afirma que la luna también ‘sensibiliza’ ciertas partes del cuerpo durante las fases lunares; así lo dice la experta en relaciones y sexualidad Trilce Ortiz, quien sugiere que “el ciclo se divide en dos partes, cada una de aproximadamente 15 días; una para hacer énfasis en el lado izquierdo y otra para el derecho del cuerpo femenino”.


Las partes del cuerpo más sensibles durante las fases lunares

    Día 1: La cabeza y el cuero cabelludo (una zona ideal para un masaje, como el que te da tu estilista cuando vas a cortarte el cabello y te da el shampoo).
    Día 2: La frente
    Día 3: Los ojos: “Se me ocurren mil cosas, desde vendarlos y rozarlos, hasta lamerlos”, dice la especialista.
    Día 4: Los labios
    Día 5: Las mejillas
    Día 6: El cuello (comienza la erogeneidad; una zona perfecta para despertar la excitación intensa).
    Día 7: Las axilas
    Día 8: Los pezones (sí, también los tuyos).
    Día 9: Los senos completos (el torso en tu caso).
    Día 10: El ombligo (acariciar, lamer y besar dentro y alrededor de él es altamente sugestivo, pues ambos van camino a sus sexos).
    Día 11: El área púbica (en ti también y sin pasar de ahí; en este ritual, el pene no será tocado, aunque claro que participará por sí solo).
    Día 12: Las rodillas (y las corvas, donde hay terminaciones que deben descubrir para erotizar).
    Día 13: Los tobillos
    Día 14: Los pies (muy venerados y con gran carga fetichista).
    Día 15: Los dedos de los pies
    En el día 16 vuelves a empezar, pero al revés, de los pies a la cabeza.

¿Quieres probar?