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Factores implicados en una disfunción sexual

por Redacción
15-03-2022

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La diversidad y la riqueza que caracterizan a la sexualidad la convierten en una de las áreas de la persona donde más variedad se aprecia. Dentro del campo de la sexualidad, uno de los principales problemas que pueden aparecer son las disfunciones sexuales. Se entienden como un grupo de trastornos heterogéneos caracterizados por una alteración clínicamente significativa de la capacidad para responder sexualmente o para experimentar placer sexual.

Según los estudios publicados en los últimos años, las disfunciones sexuales que más prevalencia se dan en mujeres son la anorgasmia y el deseo sexual inhibido; mientras que, en hombres, predominan el trastorno de erección y la eyaculación precoz. Pero además de estas disfunciones existen muchas otras como la eyaculación retardada, el deseo sexual hipoactivo en el varón, el trastorno por dolor genitopélvico, la disfunción sexual debido al consumo de sustancias, etc. 


¿Qué causa una disfunción sexual? 


Los datos indican que los factores de tipo psicosocial explican la mayoría de las disfunciones sexuales (90-95%), y que, en general, son varias las causas que subyacen a estos problemas. Por ello, reducir la sexualidad a la esfera de lo biológico sería cometer un gran error. 

Es cierto, que la respuesta sexual tiene una serie de requisitos biológicos de base, pero esta conducta se desarrolla dentro de un contexto en el que interactúan factores biológicos, psicológicos y socioculturales. Las personas somos seres sociales, y esta característica hace que la sexualidad esté moldeada por un gran número de factores que no pueden ser reducidos al mero instinto biológico. 

            Existen numerosas formas de clasificar los factores que afectan a este tipo de problemas relacionados con la sexualidad, en este artículo los vamos a clasificar en 4 áreas principales: personal, sexual, pareja y sociocultural.



El área personal

Cuando nos encontramos ante una disfunción sexual, atender a los factores personales va a ser fundamental para poder enmarcar el problema. En este punto, existen una serie de aspectos que predisponen a la aparición de este tipo de problemas, como pueden ser: una educación sexual muy restrictiva, la existencia de experiencias sexuales tempranas de carácter aversivo, la presencia de inseguridad en el rol psicosexual en los primeros años, etc. 

Por otro lado, existen factores que precipitan la aparición del problema, como la edad del sujeto, experimentar un fallo esporádico, la presencia de otros trastornos mentales (depresión, ansiedad, adicciones), la reacción a alguna enfermedad orgánica, etc. 

También, hay aspectos que fomentan el mantenimiento de la problemática, como pueden ser: una autoimagen deteriorada, cogniciones desadaptativas relacionadas con sentimientos de culpabilidad, anticipación del fracaso, miedo a la intimidad, actitudes negativas respecto a la conducta sexual, etc. 

Si se dan alguno de estos factores, en un primer momento será importante que la persona aprenda a entender el problema en términos racionales, funcionales y no negativos, facilitando una explicación adecuada sobre sus causas. También habrá que fomentar la responsabilidad y una actitud positiva de la persona para promover el cambio.  Será importante también trabajar en crear estilos de vida constructivos que faciliten el funcionamiento general de la persona.



Área sexual

Cuando estamos ante una disfunción sexual, explorar esta área se va a convertir en el eje principal. Aquí es importante tener en cuenta tanto la información sexual que posee la persona como su repertorio conductual, ya que algunos de los factores que más suelen aparecer son: contar con una información y educación sexual inadecuada, la presencia de mitos sexuales que se alejan de la realidad, poseer con un repertorio de interacción inadecuado, dedicar un tiempo insuficiente al juego sexual previo, etc.

            El trabajo educativo sobre la esfera de la sexualidad va a ser fundamental en este punto. Hacer que la persona tenga acceso a material e información sexual adecuada va a ayudar a promover un cambio en sus actitudes y conductas inadecuadas a otras más funcionales. En aquellos casos en los que exista ansiedad relacionada con la sexualidad se puede trabajar en exponer a la persona a este tipo de situaciones, aquí puede ser importante contar con la colaboración de su pareja, si la tiene, para que actúe como coterapeuta. Atendiendo a las características de cada caso particular se abordará el problema con diferentes indicaciones y se emplearán técnicas sexuales específicas. 



Área de pareja

El ámbito de la sexualidad también está influido por aspectos interpersonales, y por ello, atender el área de la pareja nos puede dar mucha información. Se ha demostrado que existen una serie de factores interpersonales que pueden interferir en la respuesta sexual, como son: una comunicación pobre en la pareja, la forma que tienen de expresar el afecto, la presencia de problemas generales que pueden estar afectando a la relación, el grado de estabilidad de la pareja, una escasa atracción hacia la pareja, la presencia de una disfunción sexual en la pareja, la forma en la que cada uno de los miembros perciben el problema, etc.  

            Aquí, será importante enfocar el trabajo en mejorar la comunicación y la relación entre los miembros de la pareja, tanto a nivel personal como sexual. También será fundamental contar con la colaboración y el trabajo conjunto de ambos miembros, trabajando también aspectos relacionados con la educación sexual.