Dos personas murieron y una veintena están desaparecidas por un deslizamiento de tierra que sepultó varias viviendas en el centro de Japón tras días de intensas lluvias, indicaron las autoridades locales.
“Debido a la acción de lluvias torrenciales, el terreno cedió y saltó la avalancha (…) A su paso barrió casas y habitantes” y cortó una carretera nacional, dijo a la prensa el gobernador del departamento de Shizuoka, Heita Kawakatsu.
“Dos personas se encuentran en estado de parada cardiorrespiratoria”, expresión usada en el país antes de que la muerte sea confirmada por un médico, y otra veintena todavía se encuentran desaparecidas por este deslizamiento ocurrido sobre las 10:30 horas locales, dijo el gobernador.
Según imágenes de televisión, un torrente de barro arrasó algunas casas y sepultó otras en la ciudad costera de Atami (suroeste de Tokio), donde los habitantes huían tratando de ponerse a buen resguardo.
El primer ministro Yoshihide Suga anunció que los servicios de urgencia y las fuerzas de autodefensa japonesas (el nombre oficial del ejército, ndlr) habían iniciado operaciones de rescate y evacuación, advirtiendo que se esperan todavía más lluvias torrenciales.
Atami registró en 48 horas, hasta el sábado de madrugada, lluvias por 313 milímetros, según NHK, una cifra superior a la media anual de 242,5 mm que suele tener para todo el mes de julio.
La ciudad, ubicada en la región rural de Shizuoka, se halla a unos 90 km de la capital, Tokio, y es conocida por sus aguas termales.
Unas 2 mil 800 casas permanecen sin electricidad, según la empresa eléctrica Tepco.
Más de 200 personas murieron en 2018 tras unas devastadoras inundaciones
en el oeste de Japón. En 2020, las inundaciones dejaron decenas de
víctimas mortales, en medio de la pandemia del coronavirus, que hizo más difíciles las labores de rescate.