“ENTRE MUJERES PODEMOS DESTROZARNOS, PERO JAMÁS NOS HAREMOS DAÑO”
Caso inédito en el estado, quizá en el país: el actual proceso de sucesión gubernamental en Quintana Roo, será entre mujeres.
Hoy viernes, es inminente que la senadora Marybel Villegas renuncia a Morena para ser candidata de Movimiento Ciudadano, por lo que sólo faltará la definición del PRI, enfocada a Leslie Hendricks.
Esto nos hace recordar la exitosa obra de teatro de finales de los ochenta y toda la década de los noventa, titulada “Entre mujeres” pero con un subtítulo comercial tan insidioso, que se recuerda hasta la fecha: “Entre mujeres podemos destrozarnos, pero nunca nos haremos daño”.
Su autor es el gran escritor y dramaturgo español, Santiago Moncada, autor de varias obras taquilleras, comedias de contenido profundo, por su agudeza en describir la condición humana. Entre ellas, Querido profesor (1966), El hombre que supo amar (1976), Despido improcedente (1980) y La familia... 30 años después (1999).
El parangón de la literatura con la política, es natural e inevitable: hay más realidad en el teatro, mientras que la democracia es pura ficción.
Los grupos de poder son los que deciden, sin tomar en cuenta a su militancia ni a la sociedad. Mara Lezama en Morena y Laura Fernández en PAN-PRD, llegan mediante vergonzosas encuestas.
Marybel será por designación del Comité Nacional, es decir, dedazo abierto. Leslie Hendricks será por Convención de Delegados, método histórico de simulación.
Todo está arreglado de antemano, allá arriba. Las inconformidades, simplemente se procesan.
El teatro es realidad y la democracia pura ficción. El mundo al revés. Estimado lector, Usted tiene la última palabra.