Fue en 2012 que la AIDS Healthcare Foundation sugirió el 13 de febrero como el día del condón y celebrarlo en todo el mundo para enfatizar la importancia de su uso y así evitar embarazos no deseados y, sobre todo, enfermedades de transmisión sexual, como el VIH/Sida.
Y no hubo mejor fecha para ello, presidiendo el día que enarbola al amor, que, a su vez, provoca un buen encontronazo sexual y celebrarlo de esa manera. Así que esta vez nos toca hablar de ese pequeño elemento que ha evitado grandes problemas como embarazos no planeados y enfermedades que pueden llevarte a la muerte.
¿Hay efectos secundarios en algo tan benéfico?
Aparte de conocer sus beneficios principales, debes saber que su uso puede provocar efectos secundarios, como reacciones cutáneas en los alérgicos al látex y por algunos espermicidas y lubricantes con los que son tratados estos profilácticos. Ambos casos en mujeres y hombres por igual.
Por eso, es necesario detectar si eres alérgico a este elemento, con el que está fabricada la mayoría de los condones que se mantienen en el mercado. Sin embargo, hay más opciones para quien no pueda utilizarlos.
¿De qué otros materiales están elaborados?
La piel de cordero (membrana del intestino de este animal) es una opción para los y las alérgicas al látex, además para quienes desean aún más sensibilidad vs. los que garantizan lo mismo. Esto debido a que este material transmite mejor el calor corporal y las sensaciones orgánicas son mayores gracias a su porosidad.
Y aunque sí evita embarazos no deseados, pues el material es “trenzado” para evitar la salida del semen, no te protege de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), ya que los poros no son lo necesariamente pequeños para detener los fluidos que las transmiten.
Otro condón alterno al de látex es el que está fabricado con poliisopreno, un polímero natural que también se le llama caucho natural. Y como ejemplo de algo que el hombre puede obtener casi como lo hace la naturaleza, así como es posible extraerse de la savia del árbol de la Hevea, el poliisopreno también se logra en laboratorio por medio de la polimerización Ziegler-Natta.
La reinvención del condón
En aras de mejorar el mercado de los preservativos masculinos y que el uso del condón sea más frecuente para frenar la imparable transmisión de ETS y la mortandad consecuente de muchas de ellas, lejos de la arcaica propuesta de ofrecer “texturas divertidas” y sabores súper exóticos, la Fundación Bill y Melinda Gates invitó a la comunidad científica del mundo a darle un giro innovador al condón. Y de más de 800 proyectos, sobresalieron dos.
El primero es el realizado por el investigador Lakshminarayanan Ragupathy, de la compañía india HLL Lifecare LTD, quien propone el uso del grafeno, material cuyo espesor es nada menos que de un átomo, algo que “incrementará las propiedades mecánicas y de conductividad térmica del preservativo, lo que permitirá reducir su grosor y aumentar el placer”, reveló el investigador para la agencia de noticias española sobre ciencia y tecnología Sinc.
Y el segundo es el expuesto por Ron Frezieres, director del centro Essential Access Healt, en California, Estados Unidos. Su proyecto consiste en desarrollar un condón de polietileno que en vez de ajustar, se adhiera al miembro masculino, en busca de una mayor sensibilidad.
En el futuro, también están proyectadas versiones con muchas posibilidades:
El untable
Hay especialistas en la Universidad de Northwestern, en Chicago, que estudian la manera de fabricar un polímero que “no se ponga”, sino que se unte, esto es que dicho material se asemeje a una mucosa y se adhiera al pene para elevar, y mucho, las sensaciones en él y sea como llevar una verdadera segunda piel y con los mismos beneficios para la salud, evitando así los errores al usar un condón de látex.
En spray
Un condón en aerosol con los mismos propósitos que el anterior. Lo malo es que su secado, de tres minutos aproximadamente, podría matar la pasión y parar el encuentro antes de lo previsto.
Todo sea por su uso y hacer a un lado el típico pretexto de que “con condón no se siente igual”. Una falacia que está incrementando, sobre todo, el nivel de transmisión de infecciones sexuales, muchas de ellas de terribles consecuencias.