A mediados de octubre de 2013, partí hacia una aventura académica-laboral en la Escuela Universitaria del Real Madrid. Tenía 23 años.
Fue allí, en la capital, donde conocí de lleno la cultura deportiva y sistema de competencia del básquetbol europeo, muy similar al del fútbol, o como le conocen en Estados Unidos, el 'soccer'.
En aquel entonces, todavía no existía en el panorama un adolescente esloveno llamado Luka Doncic. La estrella de aquel conjunto madridista, entrenado por el histórico Pablo Laso, era el ala-pívot montenegrino -y eventualmente nacionalizado español- Nikola Mirotic. También el base Sergio Rodríguez, cuyo espectáculo con el balón lo hicieron llevarse el premio de Jugador Más Valioso de la Euroliga con el 'slogan' de Chachomanía.
En fin, el club nos brindó a todos los estudiantes la oportunidad de trabajar directamente con algunos de sus equipos. Unos alumnos lo hicieron para el propio Madrid de fútbol, dirigido en aquel momento por Carlo Ancelotti (que terminó con la conquista de la anhelada 'Décima') y otros en la cantera.
Entonces estaba yo quien, como buen puertorriqueño, creció siendo aficionado del básquetbol en la 'isla del encanto'. A la primera, no perdí el chance de hablar de jugadores boricuas que pasaron por la liga española como José 'Piculín' Ortiz, Danny Santiago, Johnny Báez, Ramón Rivas e incluso el todavía activo en ese momento, Carlos Arroyo, que militaba con el Barcelona.
Un día, me llaman para que pase por las oficinas del estadio Santiago Bernabéu. Sí, ¡las oficinas de básquetbol estaban allí!
"Bartolomei, el martes repórtese al equipo de Basket para lo que necesiten".
Espectacular.
Pero la realidad es que unas 12 semanas pasan volando, así que desde el primer momento fui con la idea de absorber el mayor conocimiento posible.
"En la cantera hay un fenómeno, tío"
me llamó la atención el nombre de un tal Doncic. Llegó a Madrid a los 13 años y sus estadísticas en la hoja de anotaciones sobrepasaban lo común.
Doncic militaba en el Cadete A cuando pude verlo jugar. Ya había pasado por el Infantil A, un años antes, y estaba a punto de dar el salto al Júnior, previo a unirse al primer equipo.
Yo no soy coach. Tampoco evaluador de talentos. Pero lo que sentí viendo a Luka jugar tiene que ser algo parecido a cuando estos identifican a un talento especial o generacional.
Se generaba sus propios tiros y parecía un escolta más que cualquier otra cosa, diferente a hoy en día, donde controla el juego totalmente similar a como hace LeBron James y James Harden, entre otros. Ya se veía una calidad de anotar el triple que poco tiempo después sería mortal para sus rivales.
En 2013, ganó la Minicopa, siendo nombrado Más Valioso, y fue campeón infantil.
El esloveno disputó 216 compromisos con el Real Madrid, en los que ganó siete trofeos.
Se convirtió en el mejor jugador de Europa con tan solo 19 años, guiando a los merengues a la conquista de la 'Décima' en 2017-18. Ese mismo año fue elegido 'MVP' de la Euroliga, del Final Four y conformó el mejor quinteto de la competición. También logró la Liga y el Más Valioso de la ACB, situación inédita, al conquistar tres MVP's la misma campaña.
Y el resto fue historia.
Fue seleccionado en al draft de la NBA en 2018 por los 'Mavs', tras un canje con los Atlanta Hawks en el tercer turno primera ronda.
Extensión de $207 millones para quedarse en Dallas