Carlos Ramírez
En medio de un
debate que él mismo potenció al buscar el choque de trenes contra el
presidente de la república, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello,
se sacó de la manga la amenaza de anular las elecciones por violaciones
legales. El asunto no es la decisión final, sino que el organismo ha
sido incapaz de poner orden en el proceso electoral por la sencilla
razón de que se convirtió en protagonista del evento por beneficiar a la
alianza PRI-PAN-PRD-Coparmex.
La anulación de elecciones es una facultad del Tribunal
Electoral y no del INE, por lo que la argumentación del consejero
presidente se metió en territorio vedado y ajeno, bajo el criterio de
que si no le alcanza de todos modos reparte. La salida tangencial de la
anulación, en una entrevista con Excelsior radio, parte de la insidia de
culpar de todo al presidente de la república, sin reconocer que el INE con
Córdova Vianello se montó en la ola anti Morena, publicó libros contra
Morena con recursos del Instituto y elaboró un discurso antipopulista teniendo
como destinatarios a Morena y al presidente López Obrador como destinatarios.
Lo que queda de esa nueva estación del conflicto preelectoral
que ayudó a generar el INE es la certeza de que hay, sin duda, conflicto
preelectoral, estallará otro el día de las elecciones y los dos se sumarán al
conflicto poselectoral. Morena tendría los argumentos legales para
acusar al consejero presidente del INE y al consejero Ciro Murayama Rendón de meterse
en el proceso electoral como protagonistas del debate y no sólo como organizadores
de las elecciones. Lo malo fue el miedo a dar el paso final: cuando los
dos consejeros tenían los argumentos legales para señalar al presidente
de la república, se hicieron para atrás, recularon con temor y prefirieron
hacerse a un lado. En este contexto del choque se dio la amenaza del
consejero presidente del INE de anular el proceso electoral.
Si el presidente de la república está interfiriendo en el
proceso, el INE tiene facultades e instrumentos para procesar denuncias
y sanciones y aplicar reglamentos. Pero a la hora decisiva Córdova y Murayama no
se atrevieron y ahí el proceso electoral quedó al garete, sin una autoridad
superior que regulara los conflictos.
En la historia electoral del país nunca se había dado una
anulación general del proceso; en el 2006 el candidato López Obrador y sus
abogados solicitaron iniciar un proceso legal de anulación por la interferencia
del presidente Fox y la campaña amañada del candidato panista Felipe Calderón
Hinojosa. En esos momentos políticos, todo el aparato electoral estaba
controlado por el PAN y el PRI y el consejero presidente del entonces IFE, Luis
Carlos Ugalde, había sido puesto en el cargo por una alianza legislativa
de la maestra Elba Esther Gordillo como jefa de la bancada del PRI y el PAN del
presidente Fox. Por tanto, el aparato electoral respondía a los intereses
del establishment PAN-PRI.
El problema del INE hoy es que tiene la responsabilidad de
conducir el proceso por el camino de la certeza y la estabilidad, pero el
activismo neurótico del consejero presidente lo llegó a ocupar los espacios mediáticos
con amenazas, confrontaciones y provocaciones. Lo que queda de cierto es que el
proceso se salió del cauce de la estabilidad, que existen condiciones
para un inevitable conflicto poselectoral y que el INE y su consejero presidente
estará en el centro de las quejas de Morena y de la oposición si los resultados
los afectan.
De darse las condiciones de anulación de las elecciones, la renuncia
de Córdova Vianello y los consejeros electorales será inevitable y el siguiente
congreso tendrá la tarea inmediata de reconstruir la estructura electoral que
ha sido dinamitada por el propio INE.
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SINALOA. Aquí se escribió por primera vez, hace como un mes, que la
tendencia electoral para gobernador en Sinaloa iba posicionando mejor al
candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Mario Zamora Gastélum, y que el candidato
de Morena-PAS, Rubén Rocha Moya, comenzaría a disminuir. La encuesta de El Universal
antier 19 de mayo confirmó los datos: 39% para Morena-PAS y 35% para PRI-PAN-PRD,
cuando la ventaja morenista llegó a ser de dos dígitos. En los datos del sondeo
se registra el hecho de que los positivos del gobernador priísta Quirino Ordaz
Coppel han sido asimilados por Zamora.
Política para dummies: La política es de desafíos, no de fugas por temores.
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