La monogamia es la decisión de comprometerse con una sola pareja, a pesar de que implican ciertos compromisos y problemas que con el tiempo puedan desgastar la relación.
Para mantener una relación monógama debe existir una fuerte unión y compromiso en la que involucren valores afines, prácticas sexuales compartidas, mutuas afinidades afectivas, y mucha química cerebral.
Sin embargo, esto tampoco garantiza que estos factores sean inquebrantables dando paso a una infidelidad.
Según expertos, aseguran que el ser humano está biológicamente preparado para sostener una relación afectiva únicamente por cuatro años.
La especie humana, que es parte del 3% de los mamíferos que se separa de sus parejas, debe cohabitar un tiempo por razones paternales, pero más allá de ese periodo no hay inducciones biológicas para conservar la unidad.
Primero fue el pecado, luego la censura social, después la consideración de las rupturas como una desgracia lo que mantiene la vigencia monogámica