Siendo sincero, no esperaba que cuando abordé a quienes respondieron sobre el poliamor lo hicieran de una manera tan abierta y desinhibida. “Hemos estado juntos ya por tres años. No creemos en la monogamia, pero sí en la transparencia y la honestidad total. A fin de cuentas, la exclusividad sexual no significa que un proyecto de vida funcione mejor. Eso es ser posesivos y limitar la libertad de las otras partes”.
Rolando y Cecilia son los nombres de la pareja original de esta historia. “No tenemos ningún problema con que pongas los apellidos. No nos escondemos”, dice Cecilia, pero preferimos no hacerlo. Se conocieron en un crucero y empezaron una relación. “Yo soy músico y Ceci es enfermera, así que mientras yo andaba de gira ella se quedaba tiempo sola por su trabajo”, dice Rolando, un cubano de 26 años. “Yo conocía gente y tenía mis ligues, pero no se lo decía a ella. Una vez vio en mi celular algunas fotos y textos de una mujer de Texas, Jenny, y me confrontó”.
Cecilia, una colombiana de 28 años, estuvo casada entre los 22 y los 24. “Fue un desastre. Mi ex era súper tóxico y posesivo. Cuando encontré las fotos en el teléfono de Rolo y Jenny fue una prueba de fuego. Le pregunté y, sin rodeos, me dijo que tenían encuentros. Desde entonces nada nos amenaza. Tenemos relaciones entre nosotros y, también, él con Jenny y yo con otro hombre. Sé que la mayoría no nos aprueba, pero tampoco van a estar dispuestos a pagarnos la renta ni las facturas si alguna vez los necesitamos".
¿Qué es el poliamor?
El concepto de poliamor, como se conoce ese estilo de vida, es simple: es válido tener relaciones afectivas e íntimas con varias personas a la vez, siempre que todos sean adultos y estén de acuerdo, de manera consciente y sin ocultarlo. Para sus defensores es el punto más “elevado” de convivencia. Para sus detractores, es todo lo contrario, a lo que agregan que es una muestra de individualismo, irreconciliable con la idea de crear una familia.
La movida poliamatoria —que no es lo mismo que una “relación abierta” (tenemos un ABC) entre dos personas que se permiten encuentros sexuales fuera de su marco de pareja— arrancó en la era hippie al final de los años 60, en Estados Unidos y luego se replicó, sobre todo, en Europa. El poliamor significa tener lazos amorosos y sexuales con varias personas.
La socióloga Margarita S. Díaz nos deja claro que "el poliamor es la otra cara de lo monógamo. Significa un estilo de vida en el que se establecen relaciones múltiples, rechazando conceptos como la posesión, las traiciones, las infidelidades, los celos y la idea de ‘hasta que la muerte nos separe’. A quienes practican el poliamor les guía el instinto y un concepto de libertad afectiva que se basa en la no existencia de reglas, compromiso y control”. Lejos de lo que muchos imaginaríamos como el principal motivo, lo sexual, Díaz aclara que “cuando me refiero a instinto no hablo del impulso hacia el desahogo sexual. Los poliamantes se enamoran y sí establecen lazos afectivos de unión con varias personas a la vez. La conexión afectiva es lo que más les importa y les mueve, siendo una precondición que los poliamantes que son parte del grupo, sepan de la existencia de todos y cada uno de ellos”.
Humberto tiene 45 años, es un hombre bisexual y su red de poliamantes incluye a una mujer, la danesa Sanjye, residente en la Florida, y dos hombres, Yuimelis y Elio. “San y yo tenemos una relación fluida y muy satisfactoria. Hemos estado juntos siete años y no hemos tenido hijos. Ella está solo conmigo porque es su elección, pero es amiga de mis otras dos parejas. Con ellos dos también tengo excelentes relaciones uno a uno y, también, hay un lazo íntimo y afectivo entre los tres”. Así son las cosas y todos felices... Algunas cosas nos recuerdan las razones por las que algunos abogan por relaciones abiertas.
El tema en Latinoamérica
Aunque, como comentaba, en Estados Unidos y Europa esta tendencia ha sido cada vez más frecuente desde los 60 y 70 del siglo pasado, América Latina es otra cosa. “Ya se ve más, pero la manera en que los latinos hemos sido educados, los patrones que son habituales, nuestro perfil psicológico y el componente religiosos siguen haciendo mucho menos frecuente el poliamor que en otras partes”, dice la profesora Díaz.
Las fuentes consultadas coinciden en que el poliamor es una manera de expresar amor y no un montón de episodios sexuales promiscuos y sin lazos afectivos. Para quienes lo practican hay conceptos como la honestidad, la comunicación y la entrega son las claves... Y un último comentario de Rolando, Cecilia y Humberto: “Del resto de la sociedad solo esperamos una cosa: vivan y dejen vivir”.