¿Te interesa comer más natural? Checa esta tendencia del Clean Eating mejor conocida como ‘Alimentación Limpia' que apuesta por los alimentos más nutritivos y es prácticamente una de las dietas más saludables que podrías llevar a cabo, obvio si no te excedes en el proceso.
Esto te lo decimos porque no te vaya a pasar como a Jordan Younger, una blogger que se hacía llamar The Blonde Vegan y que se hizo mega famosa porque era una de las influencers más reconocidas en el mundo de las dietas basadas en plantas, era la típica come crudo, libre de gluten, libre de azúcares, libre de todo y además, vendió en su momento más de 40,000 copias de su programa detox cuyo hashtag utilizado como un lema era el #eatclean (come limpio) y que al final del día, solamente dejó entrever que detrás de todo esto, ella padecía un trastorno alimentario denominado ortorexia (que se refiere a la obsesión por comer sano), lo que la llevo a comprometer su salud a tal grado que tuvo que dar radicalmente un giro, tanto como para hacerse llamar el día de hoy The Balanced Blonde bueno, aunque ella aún afirma que toda la afectación en su salud en realidad fue por la enfermedad de Lyme que padece. Lección: Sea una u otra cosa, ¡No intensees!
¿Qué es la alimentación limpia? El famoso eat-clean.
En palabras literales de la Clínica Mayo, una alimentación limpia consiste básicamente en consumir alimentos naturales y en limitar los productos procesados, los azúcares y los alimentos envasados. Harvard plantea que también incluye el elegir cuando sea posible opciones orgánicas, alimentos de temporada típicos de una región e incluso aquellos que en su etiquetado poseen la menor lista de ingredientes.
Los extremistas en esta corriente afirman que debes eliminar toda traza de azúcar en todas sus versiones, conservadores, químicos, saborizantes y toda clase de aditivos que puedan poseer ciertos productos. Ya sabes con leyendas en los productos como: ‘tu comida debe ser limpia’, ‘no escojas productos cuyos ingredientes no puedes pronunciar’, ‘si no está libre de químicos, está cargado de’ y cosas por el estilo, que en vez de orientar, crean temor en los consumidores y en ocasiones, aversiones y un rechazo infundado en la ingesta de ciertos alimentos.
Lo que sí puedes incluir.
Comida real. Es decir, comida que sea lo menos procesada posible y refinada.
Comida nutritiva. Que puedas mantener un balance nutritivo entre tus alimentos, que incluyas snacks saludables, que seas tú quien prepare los alimentos y que escojas las opciones más sanas entre toda la variedad de productos que te ofrecen.
Comida basada en plantas. O sea, que brinques hacia una ingesta mayor de productos vegetales. Entre ellos menos proteína animal y más vegetal.
Limpieza en general. Esto se refiere a que crees un ambiente limpio y sano en tu estilo de vida diaria tal vez como el hacer ejercicio, beber mucha agua, dormir las horas adecuadas, conectar con la naturaleza, buscar formas saludables para canalizar tu estrés, controlar tus porciones de alimentos y demás.
Lo que debes limitar y si es posible evitar.
Todo producto procesado, hecho de harinas refinadas y con azúcares añadidos.
Productos con químicos como endulzantes artificiales, conservadores, sales…
Bebidas azucaradas: jugos, refrescos, energizantes, deportivas.
Alimentos con grasas trans y grasas saturadas.
Alcohol y todo alimento que lo contenga.
Todo producto con calorías vacías o no saludables: comida chatarra, postres no saludables, etc.
Algunos consejos para comenzar a comer y a llevar una vida más limpia.
Escoge alimentos y productos con la menor cantidad de ingredientes.
Evita todo alimento con azúcar o derivados añadidos.
Cocina en casa y busca recetas saludables.
Compra productos frescos y locales.
Evita alimentos de dieta con miles de químicos.
Opta por una alimentación más verde.
Corta con los carbos refinados y las grasas menos saludables.
Elige establecimientos de comida que te ofrezcan los productos más nutritivos y las preparaciones más sanas.
Experimenta con alimentos nuevos y cuya producción y procesamiento se base en prácticas más amigables con otros seres, el ambiente y más sostenibles.
Convierte tus recetas gordas en versiones más saludables y deliciosas.
Come más conscientemente.
Evita alcohol, cigarro y todo aquello que ya sabes que te daña a la larga.