Puede sonar duro de aceptar pero es bastante real: los hombres cada vez tienen menos sexo. Y no se debe al confinamiento, pues es algo que viene ocurriendo desde hace ya algunos años. Tampoco se debe a una pérdida del deseo sexual. Pero el descenso en el número de hombres que han tenido menos actividad sexual puede atribuirse tanto a los videojuegos como a las redes sociales y hasta los maratones de contenido de plataformas de streaming, según ha hallado la ciencia.
Tan solo en 2019 uno de cada tres hombres entre 18 y 24 años de edad, señaló no haber tenido actividad sexual en ese año. Algo similar ha ocurrido entre hombres y mujeres de los 25 a los 34 años, quienes por igual reconocieron un incremento en su falta de actividad sexuales, según un estudio publicado en el JAMA Network Open de la American Medical Association.
La bajada en las cifras, entre muchos factores, se ha atribuido en gran parte a las nuevas formas de entretenimiento en solitario como los videojuegos, las redes sociales y hasta el tiempo que las personas dedican a los contenidos de las plataformas de streaming. “Como nunca antes, ahora hay mucho más opciones de cosas para hacer por la tarde y menos oportunidades para iniciar la actividad sexual si ambos integrantes de una pareja están sumergido en las redes sociales, los juegos electrónicos o ver televisión por largas horas”, ha señalado al respecto la psicóloga, Jean Twenge de la Universidad de San Diego.
El estudio ha sido realizado usando datos recabados entre el año 2000 y el 2018 entre 10 mil hombres y mujeres estadounidenses de entre los 18 y los 44 años. Se encontró que el incremento en la falta de sexo ha sido sostenido entre la población masculina heterosexual que no está casada. Resultados arrojan, por ejemplo, que mientras en el periodo bienal del 2000 - 2002 solo 9.5% de los encuestados señalaban no haber tenido actividad sexual, para el 2016 - 2018 el número se había elevado al 16.5%.
Pero no solo se trata de que los hombres y mujeres estén encontrando nuevas formas de pasar el tiempo, sino que el incremento en cifras de inactividad sexual podría comprometer la salud dadas las implicaciones del sexo para el bienestar, ha destacado la agencia Reuters. Por ejemplo, algunos estudios han relacionado el sexo y los orgasmos como factores para reducir la migraña.
La investigación, realizada previo al confinamiento obligado por la pandemia, también ha indagado en la relación entre los ingreso y la falta de actividad sexual. Se encontró que los estudiantes y hombres desempleados son más susceptibles a no tener sexo. “Un ingreso más elevado podría significar más fuentes para buscar pareja y puede ser concebido como más deseable por parte de las mismas”, señaló a la agencia de noticias Peter Ueda, uno de los autores del estudio perteneciente al Karolinska Institute de Suecia.