La infidelidad afecta a miles de parejas todos los días y el mundo entero tiene un millón de dudas al respecto. ¿Por qué pasa? ¿Quién tiene la culpa? ¿Se puede perdonar o superar? Las respuestas son complicadas e incluso pueden depender de cada pareja en especial, pero los expertos tienen la mejor forma de entenderlo todo.
¿Quieres la opinión de un experto? La psicoanalista Adriana Ortíz (que ya nos explicó todo sobre las relaciones tóxicas), licenciada en psicología por el Instituto Politécnico Nacional, experta en temas de relaciones de pareja y miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional, es la mejor persona para responder a todas las dudas.
En entrevista, Ortiz nos cuenta que hay parejas que pueden superar y salir más fuertes de una infidelidad, mientras que para otras eso es algo destructivo que las lleva a separarse para siempre, eso tiene que ver con los acuerdos y pilares sobre los que estaba construida, pero también sobre lo que sucede una vez que la infidelidad se descubre.
Sabemos que tienes dudas, así que Ortíz nos da respuesta a muchas de ellas.
¿Qué es la infidelidad y por qué se da?
Adriana Ortíz ha visto muchos casos que han tenido este problema, pero ella explica que el tema con la infidelidad es que “lo que puede ser una infidelidad para unos puede no serlo para otros, porque incluso hay culturas en las que no hay problemas si alguien tiene diferentes parejas, se trata de una falla a los compromisos y acuerdos que una persona tiene con su pareja”, que se refiere a una serie de reglas determinadas entre los dos en las que se habla sobre lo que es aceptable y lo que no.
En el caso de la infidelidad incluso hay “factores socioculturales, principalmente con los hombres, donde se les hace que incluso es algo aceptable”, lo que puede hacer que cometer una infidelidad resulte más “fácil”.
Para los hombres incluso está el caso de querer buscar a una mujer perfecta. “No es algo incestuoso, pero muchos intentan encontrar a su mamá en su pareja y eso es algo que no van a lograr. También está el tema de culpar al otro, de decir cosas como ya no me atiende, no me satisface en la cama o criticar su cuerpo, que es especialmente problemático, con argumentos como “es que se descuidó” a lo que yo digo: Oye, tuviste tres hijos el abdomen no te va a quedar como el de JLo”.
Otra posible causa, según explica Ortíz, puede ser el miedo al compromiso, que básicamente nos lleva a querer sabotear lo que tenemos por miedo a lo que pasará en el futuro, o por no poder comprometerse con la otra persona.
Es normal la infidelidad
De acuerdo con la experta, la infidelidad no es normal, se puede dar por todo tipo de situaciones, pero “decir que la infidelidad es normal es querer justificar algo que no está bien”, explica. La infidelidad no es normal, aunque suele darse en muchas relaciones de pareja, incluso en el matrimonio.
En este tema entra también la pregunta de ¿quién es más infiel, los hombres o las mujeres? A lo que Adriana responde que, culturalmente, la infidelidad es más común en los hombres y más aceptada, pero eso no quiere decir que las mujeres no son infieles, de hecho se está dando cada vez más y eso puede deberse a que “las mujeres ahora están saliendo más, tienen más acceso al mundo laboral y también tiene que ver con que están explorando su sexualidad más abiertamente”.
Cuáles son los tipos más comunes de infidelidad
“Existen varios tipos de infidelidad, primero tenemos la que es directa, que es aquella que es planeada y que tiene una intención de engañar a otro e incluso se llevan a cabo toda una serie pasos para buscar el momento y la oportunidad”.
Después tenemos la infidelidad indirecta, “que es aquella que se puede dar de forma ocasional, por alguna presión social donde particularmente a los hombres se les pueden decir cosas como “que no eres hombre” o “qué más da una raya más al tigre”, y se puede dar también por cuestiones de abuso de alcohol o de drogas que implica que la persona no quería hacerlo de manera consciente y premeditada”.
Una tercera forma es la infidelidad Online, que de acuerdo con Ortíz parece estar en aumento en la actualidad. “Es una forma que alguna persona puede ver como menos agresiva o más segura en lugar de engañar a su pareja con un contacto físico real, sino a través de juegos o cuestiones de seducción que no van más allá de los mensajes”. Este tipo de infidelidad tiene una complicación extra porque “al no ver a la otra persona cara a cara, lo que sucede es que, como estamos bajo el principio del placer, la persona no ve las consecuencias que le puede traer enviar mensajes, videos o fotos íntimas hasta que son descubiertos y entonces se hace muy complicada la situación”.
De acuerdo con la experiencia de Adriana, este tipo de infidelidad es el que termina llevando a muchas personas a buscar ayuda psicológica mencionando la famosa frase de “agarré su celular y vi sus mensajes”, y hay que recordar que en las redes sociales “todo puede ser sacado de contexto y un simple hola puede ser interpretado como una seducción”, lo que hace que este sea uno de los tipos de infidelidad más desgastante.
Existe también un tipo de infidelidad del que no se habla mucho, pero es posible. Se trata de infidelidad por algún trastorno sexual, como una adicción al sexo, lo que requiere de una atención más especializada donde un psiquiátra podría tener que tratar problemas relacionados con la ansiedad al no poder controlar el impulso que viene de un trastorno mental.
¿Una fantasía puede ser una infidelidad?
“Eso ya podría ser algo tóxico, el querer controlar hasta los pensamientos del otro. Tener una fantasía que no llegó a la acción no es una infidelidad, es como con la pornografía, cuando ves porno y te exitas viendo a otro hombre o a otra mujer ¿podemos decir ahí que es una infidelidad?”, dice Ortiz. Para que una acción sea considerada una infidelidad o una traición, tiene que haber fallado a los acuerdos de la pareja (que pueden cambiar dependiendo de cada relación), pero existe el tema también del derecho a tener tus propios pensamientos y fantasías, y lo que piensas no puede ser usado en tu contra, o al menos no debería.
Cómo puede una relación sobrevivir a la infidelidad
“Lo primero es reconocer que cometiste una infidelidad porque fue tu decisión, reconocer que la culpa fue tuya incluso le puede dar mucha paz la otra persona, le permite darse cuenta de que fue algo que el infiel cometió porque quiso, no por algo que hizo mal o en lo que falló”, de acuerdo con Ortiz, es ese reconocimiento de la culpa, de que “a pesar de que tenemos muchos problemas la decisión fue personal”, es el primer paso para poder sanar. “Aunque a veces nos gustaría pensar que, como afectados, tuvimos algo de culpa para poder tener un poco de control sobre la situación”, agrega.
Después del reconocimiento de la culpa está el tema de los acuerdos y los pilares de la relación, de dónde estaba la relación antes de lo sucedido. Una relación con pilares fuertes, según explica la psicoanalista, puede sobrevivir, pero “también es necesario que cambien los acuerdos”.
“Algunos te pueden decir que el nuevo acuerdo es que uno tenga la contraseña del celular del otro, que para muchos puede parecer tóxico, o que tenga que borrar a ciertas personas de sus redes sociales, pero al final eso dependerá de cada pareja”, dice.
¿Es mejor no saber?
“La verdad ante todo”, dice Adriana, quien explica que guardarse las cosas significa que no vas a poder lidiar con las consecuencias de tus actos y solucionar el problema. “Hay quienes pueden pensar que, si fue algo casual o de una vez, es mejor no decir nada, pero eso es porque no quieren tener que lidiar con las consecuencias de sus actos, el problema es que los humanos no somos mentirosos por naturaleza, y eso eventualmente va a salir a la luz porque no podemos mantener el engaño por tanto tiempo.”
“Se dice que puedes mentirle a una persona mucho tiempo y a otras por un tiempo, pero no puedes mentirle a todos todo el tiempo. La verdad va a salir a la luz y eso va a ser peor”, explica.
Cómo se puede enfrentar a un infiel
Ortiz nos cuenta que es un momento muy doloroso, por eso es recomendable que la persona se tome un tiempo para pensar y para procesar lo que está sintiendo. “Incluso hay casos de personas que, por tanto dolor, han llegado a asesinar a alguien al no poder controlar su enojo, es algo que los supera.”
La clave está en siempre tener en cuenta el amor propio y partir de ahí, tomando suficiente tiempo para procesar lo que pasó y para tomar una decisión.
De acuerdo con Ortíz, la infidelidad nos deja también una herida narcisista (“eso nos hace preguntarnos ¿por qué a mi?”), así que es esencial tomarse un tiempo para lidiar con el enojo, para sanar la herida y para avanzar, es por esto que la terapia de pareja suele recomendarse en estos casos.
Los pilares de una relación fuerte
Una relación fuerte tiene más probabilidades de sobrevivir a una infidelidad de cualquier tipo, Adriana menciona que lo básico es tener confianza, el respeto hacia el otro (y hacia uno mismo) y la comunicación, que es lo que les permitirá salir adelante, poder hablar el tema y encontrar una solución con la que ambos se sientan cómodos.