Imagina un chino y un mexicano se ponen a conversar sobre arquitectura en su lengua materna, un completo desastre ¿verdad?. Pues algo muy parecido sucede en el amor.
El estadounidense Gary Chapman, considerado uno de los grandes gurús en el mundo de las relaciones afectivas, sostiene que cada persona tiene un depósito de amor. Debe sentir que este está lleno para percibir que su relación va bien y sentirse querido. El problema es que dicho depósito solo se llena en el lenguaje que esa persona entiende. Por eso necesitamos conocer de qué manera se puede expresar el amor para afianzar nuestra pareja o, incluso, para salvarla. Chapman es autor de "Los cinco lenguajes del amor".
Palabras de afirmación. En este apartado está el poder de la palabra expresada en cartas, conversaciones, mensajes… No es decir un simple te quiero, sino todo aquello que signifique valoración positiva del otro, orgullo por lo que hace la pareja o la felicidad que sentimos porque esté a nuestro lado.
Tiempo de Calidad. Lo que más se aprecia es el tiempo dedicado sin interrupciones de terceros. Una experiencia que genera espacio para conversar o para profundizar en el vínculo en pareja.
Dar y recibir regalos. No tienen por qué ser objetos materiales de gran valor. Basta con detalles capaces de sorprender a la otra persona, incluso experiencias inolvidables, como un pícnic bajo las estrellas o un paseo por un lugar bonito. En este lenguaje lo que se valora es que el otro se haya acordado de nosotros y lo exprese con un detalle, una experiencia o que haya dedicado tiempo a prepararlo.
Contacto Físico. No significa necesariamente un contacto sexual, más bien se trata de una forma delicada de expresar emociones a través del cuerpo, como caricias, un abrazo o incluso dar la mano.
Actos de servicio. Las personas que utilicen este lenguaje valoran que el otro haga alguna acción por él (o ella). Basta con una simple tarea doméstica (limpiar la casa o el coche), un favor (enviar una carta) o hacer tareas tediosas. Si el acto en cuestión resulta muy arduo, la persona que se mueve en este lenguaje valorará aún más el gesto.