Las delegaciones del régimen de Nicolás Maduro y del gobierno interino de Juan Guaidó abrirán este viernes en la capital mexicana, bajo la mediación de Noruega, la primera ronda de negociaciones para tratar de dar una solución a la grave crisis política y humanitaria que padece Venezuela desde hace tiempo.
El jefe de la delegación opositora es el exalcalde de Baruta y abogado Gerardo Blyde, al que acompañarán el embajador nombrado por Guaidó en Washington, Carlos Vecchio; Tomás Guanipa y Stalin González, del partido Primero Justicia; Luis Aquiles Moreno, de Acción Democrática, y Mariela Magallanes, de Voluntad Popular, entre otros.
Por el lado oficialista, el jefe de la delegación es Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional chavista. La integran también su hermana Delcy Rodríguez, vicepresidenta del Gobierno de Maduro, y el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez. También se incorporó a Nicolás Maduro Guerra, ‘Nicolasito’, hijo del mandatario, cuya inclusión a última hora se debe a que reportará directamente a su padre en vista de la desconfianza que tendría hacia los hermanos Rodríguez.
Las delegaciones discutirán en Ciudad de México durante siete o diez días con el propósito de concretar los puntos de mayor consenso para poder avanzar. Luego regresarán a Caracas para las consultas y las estrategias, y así volver a la siguiente ronda.
Los países invitados para participar como acompañantes y garantes del proceso de negociación son Argentina, Francia, Países Bajos, Rusia y Estados Unidos, entre otros. Esta vez España no participará en las reuniones de México, que según los analistas significa una derrota para el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por haber apoyado a los diputados de la denominada ‘mesita’, integrada por ‘los alacranes’, los políticos procedentes de la oposición que se han vendido al régimen de Maduro. Los miembros de la ‘mesita’ no fueron incluidos entre los delegados, es así mismo un revés para Maduro, que había anunciado que participarían en México todas las ‘oposiciones’.
Según Maduro, los delegados chavistas llevan siete puntos en su agenda para discutir en México. Piden suspender todas las sanciones impuestas a los miembros del régimen; devolver los activos de Venezuela en el exterior, como las empresas Citgo en EE.UU. y Monómeros en Colombia, y las reservas de oro en el Banco de Inglaterra; reconocimiento del gobierno de Maduro, y renunciar a la violencia e intentos de magnicidio, entre otros.
Las condiciones que plantea la oposición de Guaidó son elecciones libres y justas con un cronograma electoral de las presidenciales, parlamentarias y regionales; acuerdo de ayuda humanitaria, vacunas y plan de vacunación contra el Covid-19; liberación de los 270 presos políticos; restablecimiento de los partidos políticos proscritos por el régimen, y habilitación de los políticos opositores, entre otros. «Nuestro objetivo es recuperar la democracia con elecciones libres y justas», ha asegurado Guaidó.