Las dos principales vacunas chinas contra la covid-19 han estado en medio de algunas noticias negativas recientemente: aumento de las infecciones e incluso algunas muertes entre las poblaciones vacunadas con Sinovac y Sinopharm.
Esto ha generado dudas sobre la efectividad de estas vacunas, aunque los expertos también señalan que han salvado muchas vidas.
Ambas vacunas se utilizan ampliamente en países de bajo y mediano ingreso, por lo que sus implicaciones podrían ser enormes.
Las vacunas fabricadas por Sinovac Biotech, con sede en Pekín, y la estatal Sinopharm utilizan virus inactivados para desencadenar la producción de anticuerpos que combaten el coronavirus.
El virus muere antes de ser inyectado en el cuerpo de las personas, por lo que no puede transmitir la covid-19.
En un gran ensayo en Brasil, dos dosis de la vacuna Sinovac, administradas con 14 días de diferencia, tuvieron una eficacia del 51% contra covid-19 sintomático. En ensayos de varios países, los resultados de Sinopharm fueron superiores al 79%.
Estos resultados reflejan condiciones específicas del ensayo, pero incluso el resultado más bajo para Sinovac fue lo suficientemente bueno como para recibir la aprobación de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las vacunas tienen una característica crucial: se pueden almacenar a una temperatura normal de frigorífico, lo que las hace más fáciles de usar en los países más pobres que no tienen acceso a instalaciones de almacenamiento especializadas.
Ambas se utilizan en casi 100 países de Asia, América del Sur y partes de África. Egipto y Marruecos han anunciado recientemente que serán los primeros países de África en comenzar a fabricar las vacunas.
Airfinity, una empresa de análisis de datos científicos, dice que este año se podrían producir hasta 2.900 millones de dosis de Sinovac (ya han sido entregadas más de 943 millones).
Chile, Mongolia y las islas Seychellesestán entre los países donde las infecciones están aumentando a pesar de la vacunación masiva.
Chile regresó al toque de queda y volvió a imponer restricciones a los viajes en respuesta a la variante Delta, que es más transmisible que las variantes anteriores.
Más del 70% de los chilenos está completamente vacunados, la mayoría con la vacuna Sinovac.
Cada vez más expertos y gobiernos se muestran a favor de inyecciones de refuerzo de la misma vacuna o una combinación de dos, incluso cuando no hay muchos estudios que muestren evidencia de que ello funcione.
El profesor Jin dijo que un refuerzo de las vacunas de Pfizer o Moderna podría aumentar la protección original otorgada por la dosis de Sinovac o Sinopharm.