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Los adolescentes sarcásticos pueden ser los más inteligentes

por Redacción
19-02-2022

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Los niños pequeños no entienden el sarcasmo, pero cuando llegan a la adolescencia, puede ser su forma usual de responder. Esto es lo que nos dice la ciencia sobre las acrobacias mentales detrás de una frase irónica.

Si te dijera que el sarcasmo es una de nuestras herramientas lingüísticas más poderosas, tu primera reacción podría ser no tomarme en serio. Tal vez incluso asumas que yo mismo estoy utilizando un poco de ironía.

A menudo se nos recuerda, después de todo, la frase de Oscar Wilde de que "el sarcasmo es la forma más baja de ingenio", aunque olvidamos que el escritor calificó inmediatamente su afirmación añadiendo "pero la forma más alta de inteligencia".

A los padres o maestros de adolescentes en particular les puede resultar difícil creer que esta peculiaridad lingüística sea un signo de una mente flexible e inventiva.

Sin embargo, eso es exactamente lo que han estado argumentando los psicólogos y los neurocientíficos. Estos expertos descubrieron que el sarcasmo requiere que el cerebro supere numerosas dificultades para llegar a una interpretación correcta, para lo que se necesita más capacidad intelectual que para las declaraciones literales.

Y aunque a menudo se desdeña como un comportamiento juvenil, el sarcasmo es en realidad una prueba de madurez, ya que el cerebro en desarrollo de un niño tarda años en comprenderlo y dominarlo por completo.

"Puede ser bastante desafiante", dice Penny Pexman, psicolingüista de la Universidad de Calgary en Canadá.