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El fenómeno que te hace padecer los síntomas del coronavirus aunque no la tengas

por Redacción
24-02-2022

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Hace alrededor de un año, mientras me duchaba, noté un pequeño bulto redondo en la axila. Era duro al tacto y cambiaba de posición cuando lo apretaba, como si fuera un pedazo de mantequilla fría bajo la piel de un pavo.

No pude evitar buscar en Google sobre la aparición de bultos y, debido a su ubicación, me obsesioné con la idea de que podría ser las primeras etapas de la leucemia.

Fue entonces cuando comencé a tener otros síntomas: descubrí me dolía todo el cuerpo y estaba cansado, y comencé a perder peso inexplicablemente.

Mi médico de cabecera me recomendó que me hiciera una ecografía y, una vez hecha, estaba seguro de que estaba a punto de recibir las peores noticias.

Así que pueden imaginar mi alivio cuando el técnico me dijo que era simplemente un lipoma, un tumor benigno, hecho de células grasas, que no representaba una amenaza grave para mi salud.

Casi tan pronto como me enteré, todos esos dolores y molestias desaparecieron y pronto comencé a volver a mi peso anterior.

El episodio fue mi primera, y hasta ahora, única, experiencia de ansiedad por la enfermedad (o la salud).

Según las últimas investigaciones, al menos el 6% de las personas experimentarán la afección en algún momento de su vida.

Aunque todavía no tenemos estadísticas actualizadas, ese porcentaje puede haber aumentado rápidamente durante la pandemia. Con un ciclo continuo de noticias que enfatizan los síntomas y peligros del virus, es natural sentir cierto nivel de preocupación por una posible infección.